Vivir

Derrepente llego a ese punto de mi vida en el cual me siento completamente invisible, en el que paresco haber perdido el protagonismo de mi propia vida, pero después es cuando me doy cuenta que es muy probabable que para el mundo me haya vuelto invisible, pero es ahora cuando siento que mi alma tiene más ganas de vivir que nunca, cuando siento que soy la total protagonista de mis sueños, y es que aprendí a disfrutar cada momento y hacerlo único, después de todo dicen que sólo se vive una vez. Al mirar mi reflejo en el espejo aprendí que como cualquier mujer puedo permitirme no ser perfecta, con mis debilidades y fortalezas, equivocarme y aprender de ello pero eso me ayudo a darme cuenta que pese a todo, debo quererme porque la vida pasa rápido y en lo que nos toma aprender a vivirla ya se nos fue. Por eso le sonrío a la que hoy soy y dejo en el pasado la que algun día fui y guardo aquellos recuerdos con dulzura.